jueves, 20 de agosto de 2015

"Aprender a aprender". Experiencia de una estudiante de enfermería en Inglaterra


Me llamo Mónica y estoy a punto de empezar tercero del Grado en Enfermería en la Universidad de Valladolid. El cuatrimestre pasado, fui alumna de la profesora Carolina en la asignatura "Enfermería en salud Sexual y Reproductiva". Fué una de las asignaturas que me interesó por eso, decidí que quería profundizar un poco más. Aprovechando que estoy pasando el verano en Inglaterra, en Newcastle-upon-Tyne, comencé a buscar una rotación en los centros de NHS (National Health System) en que dispusieran de una servicio de Salud SexualEn el Reino Unido, con un nivel de inglés avanzado, es relativamente sencillo hacer rotaciones en distintos servicios por parte de estudiantes o de profesionales sanitarios que quieran profundizar en una materia en particular.




Después de valorar las posibilidades, contacté con la supervisora de enfermería Newcroft Centre situado en el centro de la ciudad de Newcastle. Este centro está enteramente especializado en Salud Sexual y Reproductiva. Se organiza en consultas médicas y de enfermería. Los pacientes pueden acudir al centro sin cita previa si necesitan atención y también con cita si están en seguimiento. Después de realizar bastante papeleo y de tener una entrevista con la supervisora, me aceptaron para realizar una rotación con las enfermeras especialistas en Salud Sexual.

En la primera parte de mi estancia en el Newcroft Centre tuve la oportunidad de observar cómo se desarrolla una consulta de enfermería en el caso de los pacientes que llegan sin cita previa. Primero los pacientes deben acudir a la recepción, donde se registran, y posteriormente una enfermera realiza la primera valoración y deriva a los pacientes para que sean atendidos por un médico o bien por una enfermera según sus necesidades. Una vez llegan a la consulta de enfermería pude ver como la enfermera especialista llevaba a cabo el proceso enfermero (en Inglaterra son muy metódicos, por no decir cuadriculados). La mayoría de los pacientes que vi acudían al centro por causas relacionadas con anticonceptivos o con ITS. Las enfermeras especialistas en Salud Sexual tienen un papel muy relevante en estos dos ámbitos, en concreto, en todo lo relacionado con ITS son totalmente autónomas a la hora de valorar, diagnosticar y tratar estas patologías.  De hecho, la enfermera con la que tuve la oportunidad de rotar era “prescriptora”, con lo que tiene la facultad de recetar al paciente los medicamentos oportunos para tratar la infección. Además, según los protocolos de la unidad, la enfermera tiene que saber recoger y procesar las muestras, y ser capaz de analizarlas en el laboratorio para llegar a un diagnóstico. Tuve la oportunidad de ver como procesaban una muestra de un paciente con gonorrea y de verla al microscopio, y aunque la microbiología no es mi fuerte fui capaz de identificar los gonococos. En lo relativo a la anticoncepción, me sorprendió saber que también son totalmente autónomas, y que están entrenadas para insertar los implantes subdérmicos anticonceptivos e incluso los dispositivos intrauterinos. También pude observar cómo llevaban a cabo la educación para la salud y el programa de monitorización especial de clamidia y gonorrea, ambas infecciones muy prevalentes y que constituyen un problema de salud pública en Inglaterra en general y en Londres en particular. 

Otra de las consultas que pude observar fue la de patología genitourinaria. En este caso, los pacientes piden cita si tienen algún problema relacionado con la salud sexual o vienen referidos por su médico de familia. En esta consulta tuve la oportunidad de ver la exploración a una paciente que tenía molestias al orinar y que finalmente fue diagnosticada y tratada de una ITU.  También acudió una paciente muy preocupada por unas “manchas” que le habían salido en el pubis y que fueron diagnosticadas como molluscumcontagiosum.  

Finalmente pude ver cómo trabajan las enfermeras especialistas en Salud Pública del centro. Están especializadas en el seguimiento de los pacientes que han sido diagnosticados de cualquier ITS. Cuando un paciente recibe un diagnóstico de cualquiera de estas patologías, sus datos son enviados a las enfermeras de este equipo. Éstas tienen la responsabilidad de contactar a los pacientes y recabar datos de sus contactos sexuales correspondientes al periodo de transmisión de la patología que sufren. Cuando el paciente no quiere proporcionar los datos, intentan concienciarle de la importancia del tratamiento y la prevención de estas enfermedades, invitándoles a visitar el centro en el que pueden recoger preservativos o hacerse más pruebas. Si el paciente consiente en proporcionar los datos, las propias enfermeras contactan a los contactos sexuales para que acudan a realizarse las pruebas y la profilaxis si es necesario. Me sorprendió en especial el trabajo que lleva a  cabo este equipo, ya que no me esperaba que los pacientes fueran tan abiertos a la hora de proporcionar este tipo de datos.  

En general, fue una experiencia genial que recomiendo realizar a todo el que pueda. Las enfermeras con las que tuve la oportunidad de compartir esta experiencia fueron muy simpáticas y me dieron un montón de información, además de tomarse tiempo después de ver a cada paciente y explicarme sus decisiones. Además de ser la primera vez que veía pacientes, lo cual ya es emocionante en sí, pude ver cómo trabajan las enfermeras en otro país. Estoy deseando empezar las prácticas en este curso que está a punto de empezar. 

Autora del post: Mónica Cordeiro

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